“Todo evoluciona y Las Ánimas no pueden ser una excepción”
Cuando hace 35 años Ángel y sus amigos comenzaron con la tradición de subir al Monte de las Ánimas cada 1 de noviembre para leer la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer no podía imaginar que décadas después ese acto se convertiría en multitudinario, atrayendo a miles de personas de diferentes lugares. La evolución se ha logrado gracias al esfuerzo, el trabajo y la ilusión de muchas personas que en estos años han ayudado a que el Festival de las Ánimas se convierta en un referente cultural.
¿Cómo ves el Festival de las Ánimas en la actualidad?
Lo veo como siempre, muy interesante. Las Ánimas van evolucionando y lo que he ido aprendiendo es que las cosas tienen su desarrollo. Si se quedan fijas por una mala interpretación de la tradición, ya las hemos fastidiado. Todo evoluciona y las Ánimas no pueden ser una excepción. Cuando te cuentan los cambios y te dan reparo ahí está la tradición, que está bien no perderla de vista; pero si no se evoluciona aparece el fracaso. Un barco está hecho para navegar pero cuando hay tormenta lo importante es dejarlo en el puerto. La responsabilidad de cada uno es saber cuándo hay que navegar y cuándo permanecer en el puerto. La Soria actual tiene poco que ver con la de hace cuarenta años, cuando arrancaron las Ánimas. La mentalidad ha cambiado; ¿cómo no van a cambiar las Ánimas?
Llevas 36 años, desde el inicio, vinculado a las Ánimas con la misión de preparar la lengua de brasas para el paso del fuego…
Mi tarea en las Ánimas no ha cambiado, aunque también ha evolucionado. Empecé con 26 años, con la idea de ir al monte y lo hacíamos con el ánimo romántico, inherente a lo soriano, y era muy atractivo. Hay muchas iniciativas que se quedan en el tintero porque cuando quieren llevarlas a efecto se encuentran con los tradicionalistas. La esencia se mantiene pero las formas se van modificando; esa es la clave, desde mi punto de vista, de la pervivencia.
¿Y cómo se logra que evolucione una tradición y mantener a la gente vinculada desde el inicio y sumar a nuevas personas?
La clave es la sustitución natural de unos por otros. Por ejemplo, en las familias hace 50 años las mujeres se sentaban a la mesa una vez que estaba todo preparado y cuando se terminaba la comida eran ellas las que se levantaban mientras los hombres se quedaban de sobremesa. Los cambios no pueden ser bruscos, hay que ir poco a poco. Cada año en las familias hay pequeños cambios. Las Ánimas de hace 36 años eran acordes a la sociedad de ese momento. Cuando nosotros íbamos al monte había más grupos alrededor; nosotros no inventamos nada. En los inicios cada uno hacía lo que consideraba; cada uno a su manera. Y la que ha cuajado ha sido ésta.
¿Y por qué ésta ha cuajado?
Creo que ha habido una rotación que da nuevos aires y permite nuevas estructuras. A diferencia de otras actividades, cuando terminas ésta sales enardecido porque te sientes más listo porque has aguantado la lectura de uno de los textos románticos de referencia, y lo has hecho en el monte, pasando frío, casi como si fuera un rito iniciático. Es una actividad cultural y eso es lo que consigue el Festival de las Ánimas, que sales enardecido.
Da la sensación de que la evolución ha sido natural…
Sí, es algo que también se ve en la repercusión social. Antes era una actividad limitada a un grupo de amigos, pero ahora la ciudad de Soria la ha hecho suya. Lo que no sabemos es a dónde nos llevará. Si alguien en 1986 me llega a decir cómo íbamos a estar ahora no le hubiera creído.
Y también ha habido que evolucionar durante la pandemia de coronavirus.
Sí, y se ha podido hacer gracias al esfuerzo de mucha gente que ha considerado que era importante mantenerla adecuándose a la situación. Darwin decía que la especie que aguanta no es la más fuerte, es la que mejor se adapta a los cambios. No significa que tengamos el seguro de la adaptación, pero por el momento lo estamos manteniendo. El grupo interno del Festival son unas cuarenta personas, que trabajan para que las Ánimas puedan salir adelante.
Cada año aumenta el interés tanto de los sorianos como de personas de fuera por el Festival de las Ánimas.
Antes la leyenda la leíamos nosotros, pero hace unos años se decidió que le pusiera voz algún actor conocido. Y eso ha sido el revulsivo; atrae y es un aliciente más. Eso ha hecho que personas que hasta ese momento no conocían la leyenda se hayan acercado a Bécquer. La persona que interpreta la leyenda es muy importante porque es el transmisor del mensaje. Los lectores nos dan diferentes puntos de interpretación de la leyenda. El año que lo hizo Jöel Mulachs le dio unos matices que hasta entonces no habíamos percibido. El orden narrativo de la leyenda marca tres personajes: uno neutro, el narrador; un hombre y una mujer. Hasta que leyó Jöel nos habíamos centrado en el personaje del narrador pero entonces entendimos que había tres personajes igual de importantes.
Cada año damos pasitos, aunque lo que nos gustaría es ir dando zancadas. Quien no conozca el Festival desde dentro pensará que es algo estable pero cada año es muy difícil, es una lucha, hay un frente de batalla. Detrás siempre ha habido mucho trabajo para poder sacarlo adelante.
¿Hay más trabajo o ilusión?
Cualquier persona que haya organizado algo sabe que detrás del más mínimo evento hay mucho trabajo y mucha ilusión. Trabajamos con mucha antelación. Estamos con la edición de 2021 pero también trabajando ya en la de 2022. Ahora los retos son muy grandes, por lo que es importante que la ilusión y el trabajo vayan de la mano. A veces pensamos que es un mero espectáculo pero el Festival de las Ánimas tiene parámetros culturales, lúdicos, deportivos y turísticos y lo que hace es dinamizar la sociedad.
¿Cómo definirías el Festival de las Ánimas en una palabra?
Sensaciones. Esto es tan grande que no lo puede llevar sólo una persona y cada una de ellas tendrá sus sensaciones. Para mí la hoguera tiene muchas connotaciones. Es un mundo muy grande, que abarca muchas cosas y muchos sentimientos. El Festival de las Ánimas propone vivirlo a través del escape room, de la Carrera de las Ánimas, las lecturas en las Ruinas de San Nicolás, el pasacalles… Todo el mundo que quiera tiene su hueco porque es algo participativo.
Y este año las sensaciones vinculadas al Festival de las Ánimas ya han comenzado gracias al escape room. Sensaciones que llegarán a su punto álgido el 1 de noviembre, con la lectura de ‘El Monte de las Ánimas’ de Gustavo Adolfo Bécquer, tras intensos días en los que el deporte, las lecturas, la cultura y el entretenimiento serán los protagonistas.