“Tengo miedo a que nos quedemos estancados como sociedad y a que se pierdan derechos”
Maca, su personaje en la serie ‘El pueblo’, nos presentó a Elisa Drabben, una actriz que se ganó el cariño y la gratitud de los sorianos al denunciar las malas condiciones en las que los sanitarios locales luchaban en los inicios de la pandemia de Covid-19. Vinculada desde entonces a Soria, a la que considera su casa, reconoce que de noche Valdelavilla (Peñafría en ‘El pueblo’) “da miedo”. Elisa, amante de Hitchcock, Christie y Poe, será la encargada de poner voz a una de las lecturas de este domingo en las Ruinas de San Nicolás.
Dime la verdad. ¿Qué conocías de Soria antes de venir a rodar ‘El pueblo’?
Te soy totalmente sincera. No la conocía. Sabía situarla geográficamente pero nunca había disfrutado de ella.
¿Y qué imagen tienes ahora de la provincia?
Tengo una imagen muy positiva. Como provincia es tan inmensa, tiene tantos contrastes, tantos sitios y parajes preciosos de cultura, de historia… Te puedes sentir en una provincia italiana, francesa, en la estepa castellana… Lo que me sorprende mucho todavía es conocer a los sorianos; es gente tan buena, llana, feliz, alegre, cálida… Para el frío que hace allí no es gente distante. Es gente dispuesta a ayudar, a presentarte, a enseñarte… Soria es como una piedra en la que rascas y rascas y de repente descubres una piedra preciosa con un montón de matices.
Desde entonces te hemos visto muy involucrada con Soria y los sorianos. Movilizaste a tus compañero en ‘El pueblo’ para grabar un vídeo de apoyo durante la pandemia de Covid-19 ante los escasos recursos con los que contaban los sanitarios. Creo que si en ese momento hacen una votación popular te hubiéramos concedido el título de Soriana Adoptiva…
Se me pone la cara colorada. No lo olvidaré en mi vida. Para mí fue lo único que podía hacer estando a distancia, en mi casa. Nací el día de la patrona de los Imposibles, el día de Santa Rita, y me encanta ayudar. Soy una persona muy sensible y empática y no podía ver al alcalde de Soria pidiendo ayuda desesperada; no podía ver esa situación y, sobre todo, me parecía injusto. Soria no se merecía eso, no se merecía estar detrás de detrás de detrás de detrás de detrás de las bambalinas, como a la pobre siempre se la deja. Cuando vi los vídeos de los sanitarios en los que nos daban las gracias yo sólo podía decir que gracias a ellos. No hay nada de agradecernos, es lo mínimo que podíamos hacer. Nos os merecíais estar en esa situación y para mí es todo un honor que hayáis valorado que lo poquito que estuvo en mi mano de verdad sirviese. Ya me gustaría tener el título de Soriana Adoptiva (bromea).
¿Disfrutas con el género del terror y la fantasía viendo películas o leyendo libros?
De pequeña tenía un poco más de pavor a lo que pudiese ser real, pero veía cine de terror para infantes, como ‘Los cazafantasmas’ o ‘El laberinto del Fauno’. Hice una película que eran tres niños cazafantasmas en la que aparecían espíritus… Una maravilla, con Geraldine Chaplin. Y ese fue un buen inicio a todo lo que es este género y a partir de ahí lo he llevado a otro nivel, que ha sido el de ver documentales de asesinos reales. Eso me da más pavor. Cuando está basado en hechos reales se me ponen los pelos de punta. Recuerdo que estudiando Literatura Universal había un relato, ‘Corazón delator’, que era muy entretenido. También tengo relatos de terror seleccionados por Alfred Hitchcock que son una maravilla. Me gusta pero me cuesta de vez en cuando a nivel de ficción entrar porque soy muy especialita. Entonces me quedo ahora mismo con los documentales de asesinos reales.
¿Cuáles son tus referentes en el género del terror y la fantasía?
De pequeña me gustaba mucho ‘Diez negritos’, de Agatha Christie, cuyos relatos me parecían una maravilla. Y ‘Corazón delator’, de Edgar Allan Poe, me educó bastante. Alfred Hitchcock es uno de mis referentes.
¿Te gustaría protagonizar una peli de miedo?
Sí, me encantaría. Lo más parecido que he hecho ha sido ‘Los Totenwackers’, ya que mi personaje veía a los espíritus y tenía que cazarlos y huíamos de ellos. Pero hacer verdaderamente una de miedo y dejar trabajar el imaginario me encantaría.
¿Qué película o personaje te daba miedo cuando eras pequeña?
Pues he sido malísima para eso porque ni la niña de ‘El exorcista’ me daba miedo. Me daban más angustia los terrores psicológicos que un personaje en sí. Obviamente si me viene un asesino en serie con una motosierra pues sí que me dará miedo pero no ha habido un personaje como tal que me aterrara. Eso sí, me metías en una casa del terror y tenía pavor. Yo era más del presente, de verlo cara a cara.
¿Y ahora qué te da miedo? Y no hablo precisamente de películas…
Creo que como le pasa a mucha gente, me da miedo la soledad. No me da miedo estar sola en casa, que me encanta, ni estar sola conmigo misma, sino el sentimiento de soledad, que afecte a mi entorno. Y también me dan miedo cosas relacionadas con la sociedad actual, como perder la sanidad pública, perder la educación pública, perder derechos… Tengo mucho miedo a retroceder y a no avanzar, a quedarnos estancados como sociedad y a perder derechos que considero fundamentales. Y a veces jugamos en una fina línea donde encuentro que flaco favor nos hacemos y muy poco nos ayudamos.
Además de este domingo ¿cuándo vamos a poder volver a verte por Soria?
Todas las veces que queráis estaré ahí. Ojalá se alineen los astros para que sigamos grabando en Valdelavilla. Yo focalizo todas mis energías en que sea un gran sí. Me encantaría poder rodar cine, por ejemplo, allí. Soria para mí es sinónimo de casa; no sabéis cuánto.
¿Rodar en Valdelavilla de noche da miedo? ¿Algún compañero aprovechaba las noches sorianas para contar historias de miedo o meter algún susto?
Rodar en Valdelavilla no da miedos porque estás con mucha gente pero Valdelavilla de noche, cuando se apagan las luces, sí da miedo. Como mi casa es la primera según llegas yo siempre digo que a Empar (Ferrer, que interpreta a María en ‘El pueblo’), que duerme a mi lado, y a mí nos matarían las primeras. A veces escuchamos ruidos; las ranas que suenan como gorrinos a los que están matando…
Respecto a lo de los sustos, un día Jairo (Sánchez, que da vida al personaje de Gustavo) y yo estábamos en el salón de una de las casas y escuchamos unos toques en la puerta. Preguntamos y nadie nos dijo nada y a día de hoy no sabemos qué pasó. No han sucedido cosas extrañas ni hemos escuchado ruidos raros pero sí nos encanta contar historias, aunque tampoco hemos querido emparanoiarnos los unos a los otros para que no nos dé más miedo. Pero a mí, personalmente, me han tenido que acompañar de noche por Valdelavilla porque me daba miedo.
Llevas desde los siete años trabajando en el mundo del espectáculo. Has hecho cine, series, programas, teatro… ¿qué te queda por hacer?
Me encantaría trabajar en Latinoamérica, en francés tengo muchísimas ganas de tener algún proyecto, ya que es mi lengua materna, y trabajar en el extranjero. Pero ahora mismo estoy metiéndome en el mundo audiovisual, en la producción, y es algo que me encanta, que estudié. También me llama la danza, la música… Yo con seguir haciendo lo que he hecho hasta ahora soy feliz y estoy agradecida de poder poner mi granito de arena en proyectos como el Festival de las Ánimas, de poder seguir yendo a Soria, de tener el privilegio de rodar en la provincia y de estar en este gremio maravilloso y duro. Pero sobre todo de poder seguir descubriendo, aprendiendo, conociendo, jugando y siendo feliz.
Hasta que lleguen esos proyectos en el extranjero, Elisa promete volver a Soria “todas las veces” que se lo pidamos. Será si logra sobrevivir a la primera noche de lecturas de relatos cortos de terror en las Ruinas de San Nicolás. ¿Te vas a perder su interpretación y si consigue acabar la lectura? Aún quedan entradas en www.festivaldelasanimas.com. ¡Te esperamos!